viernes, 26 de diciembre de 2014

Esto no es una clase. Parte 1

ESTO NO ES UNA CLASE (I)


Esto que vamos a hacer no es una clase, yo no tengo formación suficiente para impartir cursos de fotografía ni muchísimo menos.

La idea es haceros reflexionar sobre cosas que ya sabéis, pero que no siempre aplicamos en nuestras fotografías. De hecho cuando vemos fotos de otras personas, nos producen sensaciones, y decimos ¡que chulas! Hemos hecho las fotos en el mismo sitio y en el mismo momento, y no se parecen nada... ¿Cómo puede ser?

Pues bien, cuando eso ocurre es porque, probablemente, la otra persona ha tenido en cuenta una serie de cosas que nosotros hemos pasado por alto, y eso es lo que vamos a comentar brevemente, para intentar aplicarlo después en nuestras fotos. Ahora que estamos en la era digital podemos probar, probar y probar, con borrar lo que no nos guste, listo.

  • 1º Hay personas que tienen lo que se suele llamar “ojo fotográfico”, miran el mundo de forma espontánea como si lo hicieran a través de un visor. La buena noticia es que todos tenemos un poco, y se puede entrenar y mejorar con la práctica. La fotografía digital es nuestro mejor aliado, podemos hacer la misma foto varias veces variando el como, y luego observar en casa que nos gusta más.

¿La dalia destacando sobre su fondo verde? Un escenario estupendo para escribir una felicitación, para alguien a quien le gusten las flores.






¿Una dalia y su intenso color como absoluto protagonista, destacando sobre un fondo verde?





¿O una toma que nos permita admirar lo leves que son sus pétalos y como descansan unos sobre otros sin presión?




  • 2º Tenemos que tener claro que es lo que queremos fotografiar: si un entorno estupendo por el que andamos paseando (Parque de Polvoranca), una edificación curiosa que llama nuestra atención, o a unos amigos que reflejan fielmente el buen rollo existente en el grupo? Pensemos ¿lo importante es el escenario o los actores? En función de lo que respondamos cada vez haremos diferentes fotografías.





  


Otro ejemplo más:
      
¿Un estupendo entorno para navegar?



¿Un estilizado velero con el que deslizarse sobre las olas? O ¿Un aguerrido lobo de mar con el que surcar los océanos?


  • 3º Distinguir enfocar de encuadrar. Casi todas nuestras cámaras disparan “como en dos pasos”, el primero es el enfoque y el segundo es el disparo en si. Hay que tener claro que NO tenemos porque mantener la cámara en la misma posición en ambos momentos, primero enfocamos,  después encuadramos y disparamos, ese es el proceso natural de la fotografía. Esto es lo que nos permite no poner el objeto/persona fotografiado, en medio de la foto, o hacerla con condiciones de luz diferentes entre unas zonas y otras.




En el avión de vuelta venía pensando que contaros y en posibles ejemplos, muchas horas de vuelo dan para hacer experimentos, hasta con el móvil. Si enfoco la ventanilla, queda un cielo perfecto, y yo en la oscuridad, si me enfoco a mi misma yo quedo bien, pero el cielo sale quemado, hay que elegir y sacar del encuadre aquello que traicione tu foto, en mi caso la ventanilla . . .



En este otro ejemplo, he enfocado el objeto distante, el ave (fragata) por eso queda nítida y en cambio las hojas del árbol, más cercanas, quedan desenfocadas.





  • 4º Conocer algo de las llamadas “Reglas de composición”, que fueron inventadas para la pintura, por lo que podemos apreciarlas en muchos cuadros famosos, pero que también se aplican en fotografía. Dos de las más importantes y fáciles de aplicar son “la regla de los tercios” y “la regla de la mirada”. También puede que oigamos hablar, cuando se trata de composición de “dar aire a las fotos”. Una vez que conozcamos cuantas reglas de composición queramos, estaremos en disposición de aplicarlas o no, el fotógrafo decide lo que quiere hacer con su foto, respetando o saltándose las reglas de formar intrépida.



 Si dividimos la imagen en tercios horizontales y verticales, el objeto/sujeto fotografiado ha de coincidir con las lineas. En ambos casos el velero está encuadrado en las intersecciones. 


Si fuera un objeto puntual, debería estar ubicado en cualquiera de los cuatro puntos de intersección.
Además, cielo, montaña y mar, ocupan aproximadamente un tercio de la división horizontal. 




La regla de la mirada nos dice que hemos de dejar el espacio libre de la fotografía hacia el punto al que se dirige la mirada del sujeto, o del objeto, que también tienen dirección. 
Un hombre que mira al mar, en una playa, puede tener por delante estrechos límites, o todo un mundo que contemplar. 
Hay que dar espacios a las miradas, tanto como alas a la imaginación . . .




¿Espacio para volar? ¿Trayectoria para nuestras flechas? Darle aire a nuestras fotografías implica dotarlas de un sentido casi metafísico, la primera sirena ya ha llegado a su destino, sólo la queda sentarse y esperar; la segunda, tiene todo un mundo por delante que descubrir, y hacia él se dirige, mientras los vientos la empujen . . . hablaran de comienzos o de finales . . .




¡Ah! Y si oís hablar de "punto de fuga" es aquel al que se dirigen nuestros ojos, donde nos lleva la vista, cuando contemplamos una foto:
Las sucesiones de objetos, barandillas, escaleras, etc. siempre van a contribuir a acrecentar esa sensación.


  • 5º La luz. Nuestra cámara, del tipo que sea, funciona porque un haz de luz, más o menos grande, más o menos potente, y más o menos intenso impresiona un sensor que captura la imagen. Eso quiere decir que sin luz, no tenemos nada que hacer, pero hay multitud de herramientas para poder jugar con la luz de la que dispongamos y obtener nuestra foto en condiciones difíciles, ya sea por exceso o por defecto. Conceptos como “apertura de diafragma”, ”velocidad de obturación” e “ISO” son imprescindibles si manejamos una reflex. Pero si llevamos una compacta o la cámara de nuestro smartphone, tendremos que jugar con otros parámetros: ¿dónde me conviene enfocar?,  flash, modos de la cámara, etc. 

Una foto "sencillita", como esta, exigirá que hagamos gala de todos nuestros recursos, salvo que queramos un contraluz donde sólo veríamos siluetas oscuras recortadas sobre un fondo iluminado. Pero si queremos mostrar el entorno, tanto del interior del barco, como del exterior, y además tenemos sujetos en diferentes condiciones de iluminación, habremos de elegir muy bien donde medir y como enfocar, para obtener unas "condiciones promedio" de luz que satisfagan todas nuestras exigencias.




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